La Ley de Parkinson pone al desnudo la ineficiencia que puede generar la burocracia en las organizaciones. La base desde la que parte es que en ocasiones el número de trabajadores y el trabajo real no están relacionados en absoluto. Pero no habla de ociosidad. Al contrario. Todo el mundo trabaja; y mucho. Lo que sucede es que el trabajo tiene tendencia a la elasticidad... o mejor dicho, se la encontramos. Hasta el punto de que puede llegar a ocurrir que aumentando el número de personas en un departamento, cada uno de ellos trabaje incluso más que antes y aún así se produzca lo mismo. Por todo ello se la considera, junto con otras como el Principio de Pareto, una ley sobre la productividad.
lunes, 22 de julio de 2013
lunes, 8 de julio de 2013
Comunicación Interna: Conceptos del entorno laboral que suelen interpretarse mal (1) – asertividad, catarsis, entropía y serendipia
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